Mujer con los brazos cruzados sonriendo

Quiero agradecerte mucho por todo este trabajo, ha sido un gran gran apoyo. Antes de trabajar contigo me sentía dispersa en cuanto a mi futuro, con miedos a qué iba a pasar después de terminar de estudiar, sentía que estaba caminando por un acantilado que se iba estrechando, iba a tener que saltar, lo que me daba curiosidad y mucho miedo. Ahora el acantilado ha pasado a segundo plano, estoy hasta disfrutando de la caminata y viendo que es inevitable y que uno va saliendo con lo que tiene en el presente. Se han dejado a lado los miedos.

Alejandra me ha proporcionado herramientas muy fuertes para afrontar situaciones que me han pasado a nivel profesional y personal. Este proceso además de transformarme, me ha hecho descubrir que tengo mucha capacidad, creo que la terapia no es una fórmula mágica si no pones de tu parte, tiene que haber voluntad, pero si se tiene, te vas a dar cuenta cómo vas creciendo según van ocurriendo las cosas. Si hago un balance, se puede evaluar que ha habido una gran transformación.

Alejandra es muy profesional, una persona muy atenta, muy de escuchar y que valida mucho tus emociones. Se ha puesto en un papel muy empático, ético, cuida de ti y te da materiales muy útiles y conectados entre ellos. Tengo una muy buena experiencia con ella y puedo afirmar que es experta en el tema de las emociones. Las estrategias que aprendimos son muy útiles para poder manejar mejor las situaciones que estaban ocurriendo en mi vida y que puedan ocurrir. Me ha sorprendido mucho la capacidad que puedo tener de quererme y de tener responsabilidad afectiva conmigo misma, de tener un buen manejo de la parte emocional. Recomiendo a Alejandra para aprender a manejar temas de gestión emocional, miedos al futuro, ansiedad. Ella se centra mucho en el presente, en lo que es real, en el aquí y ahora, lo que podemos manejar en este momento. No se enreda en el pasado, que sirve para entender cosas, pero no se queda solo ahí. En esta época de incertidumbre es muy beneficioso hacer terapia para poder manejar esta situación y centrarnos en lo importante, nuestra esencia. Ha sido una inversión muy buena, hasta me siento en deuda porque ha sido muy rico y bonito el poder conocerse y desarrollarse. Recomendaría a cualquier persona que se anime a hacer terapia, aprenderían a hacer cosas con miedo y que no les manejara. Este proceso lo definiría como una parada técnica para recargar y continuar caminando, una experiencia teórico práctica muy enriquecedora que no esperaba.

Scroll al inicio