Sentía muchísima ansiedad derivada de una ruptura en una relación intermitente. Estaba completamente desesperada y me veía incapaz de superar aquella situación.
Trabajando con Alejandra aprendí a validar mis emociones, a escuchar lo que tenían que decirme y autocuidarme. Aprendí a relacionarme con los demás desde mis valores y no desde la necesidad. Aprendí que no puedo cambiar mi historia de vida, pero sí a convivir con esas heridas que de vez en cuando se activan. Ahora me conozco mucho más, tengo mayor autoestima, soy menos exigente conmigo misma y más flexible.
Ha desaparecido la ansiedad y el mal estar. Actúo siempre tratando de escuchar qué necesito y qué quiero en cada momento y eso se ha traducido en un estado de bienestar. Llevo la vida que quiero llevar y estoy satisfecha con ello.
Contacté con Alejandra en un momento muy difícil de mi vida. Me acompañó durante 10 meses y no solamente se resolvió el motivo de consulta, sino que me llevo un aprendizaje muy potente para el futuro. La relación terapéutica fue muy cómoda desde el principio. Gracias por tu infinita paciencia, por tu sensibilidad, por tu empatía y, sobretodo, gracias por lo aprendido.