Mujer con los brazos cruzados sonriendo

Me tuve que ir a vivir a otra ciudad donde no conocía a nadie y todo era muy diferente a lo que estaba acostumbrado. Lo pasé fatal por eso y otras cosas, no veía sentido a nada, pero ahora he aprendido a manejar los malos momentos al margen de donde viva. Además, ya no tengo miedo a lo que pueda sentir, así que mis emociones no pueden acabar conmigo. Esto es una fortaleza. Me siento capaz de construir la vida que quiero vivir.

Scroll al inicio